domingo, 4 de octubre de 2009

EMETERIO GOMEZ. ¿RACIONALIDAD HOLÍSTICA

Emeterio Gómez // ¿Racionalidad holística?
¡Sólo puede ser ateo quien no se ha enterado de que la Razón fracasó radicalmente!
Toda la profunda crisis que vive la Humanidad se resume en una idea: la reafirmación creciente de la carencia de fundamentos racionales para la moral; la ruptura, disociación o divorcio radical entre las dos dimensiones básicas de lo humano: la lógica y la ética. La comprensión aterradora de que nuestros VALORES nada tienen que ver con nuestros RAZONAMIENTOS. Que estos pueden inducirnos a hacer X, pero podemos hacer exactamente lo que nos dé la gana. O ¡mucho peor aún! que cuando las razones que nos llevan a ejecutar algo son muy poderosas, entonces no lo hacemos porque escojamos o decidamos sino porque se nos impone hacerlo, es decir, porque ¡la Lógica liquida a la Ética!

Este divorcio radical entre la Moral y la Razón tiene un refuerzo adicional: ¡que la Humanidad no ha podido asimilar dicho divorcio! Que seguimos diciendo a cada rato: "que se están perdiendo los valores" o "que fulano tiene una doble moral", porque no podemos entender que no se están perdiendo ningunos valores, sino que nunca los tuvimos; que no es que algunos tengan dos morales ¡sino que todos tenemos muchas! QUE SÓLO TENEMOS DE LA ÉTICA FRAGMENTOS. Que no hemos asimilado todavía el duro golpe que nos asestó David Hume hace 250 años: que del Ser no se puede deducir, derivar o inferir siquiera el Deber Ser. Esto es, que la Realidad ¡no nos da ninguna pista acerca de lo que debemos hacer en el plano de la Moral! Porque con esas mismas pistas podemos hacer lo que nos dé la gana: matar o no, torturar o no, mentir, odiar, perdonar, amar o no. Reitero todo esto, para reforzar la crítica de mi artículo anterior a Leonardo Boff, eminente TEÓLOGO DE LA LIBERACIÓN. No tiene sentido distinguir la Espiritualidad de la Religiosidad, como él pretende. ¡Lo tendría, si la Ética pudiese fundarse en la Lógica! No si aquélla, el núcleo esencial de la Espiritualidad, carece (radicalmente) de cimientos racionales; es decir, si el único basamento al que la Espiritualidad puede apelar es precisamente la Religión. No tal o cuál dogma, sino el ESPÍRITU RELIGIOSO, el misterio INFINITO Y ABSOLUTO que todos tenemos en el Alma y que nos acerca a Dios. En ese mismo escrito de Boff (LA OPCIÓN-TIERRA, Ed. Sal Terrae) hay una idea que no explotamos la semana pasada y que pone en evidencia la profunda inconsistencia del autor acerca de que Espiritualidad y Religiosidad sean distintas. Una frase que oculta el argumento que aquí hemos señalado: la carencia de fundamentos lógicos para la ética. Dice Boff en un párrafo que cité incompleto: "La moralidad necesaria obtiene su energía no sólo de una racionalidad más holística y cordial, sino sobre todo de una nueva espiritualidad". Sólo cuando se cree que puede haber una "moralidad necesaria", es decir, una que en alguna medida se rija por la razón; pero sobre todo, sólo cuando se cree que existe una "racionalidad holística", esto es, una que rija para el Todo; sólo cuando no se ha asimilado que la Razón ¡no puede ser sino ABSTRACTA! o sea, que no puede estar referida SINO A LAS PARTES; y, finalmente, sólo cuando se cree que la Racionalidad puede -además- ser CORDIAL, cuando no se ha descubierto que ella no puede ser sino hosca, dada, ajena, alienada, externa al espíritu, etc.; sólo cuando se asumen todas estas cosas, se puede creer que la Espiritualidad sea distinta de la Religiosidad y de la noción de Dios. Sólo si el Espíritu dispusiera -o creyera que dispone- de un cimiento racional pudiera prescindir de la Religión. ¡Sólo puede ser ateo quien no se ha enterado de que la Razón fracasó radicalmente!

Muy oportuno profesor como sisempre...

Gracias Al_Gizah

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