Cuenta la leyenda, que los tres monos eran los mensajeros enviados por los dioses para delatar las malas acciones de los humanos con un conjuro mágico, con el cuál cada uno tenía dos virtudes y un defecto, y se representaban en el siguiente orden:
* Kikazaru: representado como el mono sordo, era el encargado de utilizar el sentido de la vista para observar a todo aquel que realizaba malas acciones para transmitírselo a Mizaru mediante la voz.
* Mizaru: era el mono ciego. No necesitaba su sentido de la vista, puesto que se encargaba de llevar los mensajes que le contaba Kikazaru hasta el tercer mono, Iwazaru.
* Iwazaru: el tercero de los tres monos era el mono mudo, Iwazaru, que escuchaba los mensajes transmitidos por Mizaru para decidir la pena de los dioses que le caería al desafortunado y observar que se cumpliese.
Esta es la leyenda y nosotros en ocasiones actuamos como los
monitos de la imagen… Vamos en un auto sin frenos y derrapando sin darnos
cuenta que no ver, no oír y no hablar a tiempo nos deja en la verdadera
tragedia griega.
¿Qué hacer? ante las incertidumbres
de la vida en un espacio geográfico que pareciera ahogarnos con múltiples
escoyos. No es fácil pensar, sentir y recuperar
nuestra humanidad en momentos tan trágicos para los ocupantes de este espacio.
Vamos de una estrategia a otra, de una cola a la otra, de un grito de horror a
otro de una barbaridad a cualquier perversidad como sí, fuera lo más normal.
Acaso no tenemos solución
o está es tan sencilla que acostumbrados a tanta adrenalina lo normal y
cotidiano nos parece extraño. Definitivamente,
estamos atrapados y sin salida.
Es fuerte es cierto pero es lo que hay
Saludos de Al_Gizah
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